Coportavoz de VerdsEquo y destacada militante de la efervescente agrupación de Compromís Elda, Cristina Rodríguez es una de las figuras emergentes dentro de nuestra formación. Defensora incondicional del ecologismo político y feminista por convicción, ahora Cristina amplía su área de acción de su Elda natal a la provincia de Alicante, cuya voz aspira a trasladar al escenario de Les Corts.
Desde hace unas semanas, Cristina Rodríguez es la coportavoz de VerdsEquo, pero claro, sin ocupar un cargo político de representación como plataforma pública, seguramente mucha gente ajena a la organización todavía no te conozca. ¿Cómo te presentarías?
Bien (sonríe), soy una mujer y vivo en Elda, donde nací hace 37 años, soy Ingeniera Agrícola y estudio Psicología. Nunca he ocupado ningún cargo público ni tengo familia política. Estoy aquí porque considero que la política me afecta personalmente, a mí y a las personas que quiero y considero que hay muchas cosas que pueden y deben mejorarse y me siento capaz de hacerlo. No siento la política como algo vocacional pero procuro reflexionar y ser consecuente en mi vida personal con las causas que voy descubriendo o en las que participo.
¿Y cómo, habiendo tantas opciones en las que militar, acabas haciéndolo en VerdsEquo?
Sinceramente creo que la vida me ha conducido hasta aquí. Llegué hace cuatro años por casualidad al grupo de VerdsEquo en mi pueblo con idea de pedir apoyo para un tema de movilidad sostenible y fue un flechazo; desde entonces sigo aquí, cada día más convencida de estar en el sitio correcto. El futuro verde que defendemos y que queremos en VerdsEquo es más urgente y posible que nunca y por ello ahora pienso que di un paso acertado hace cuatro años. Estoy convencida que el futuro será verde o no será.
Es curioso, ahora que hablas de tu pueblo, Elda, que allí —contra el tópico— la mayor parte de integrantes de Compromís, sean militantes o simpatizantes de VerdsEquo. ¿A qué crees que se debe?
No es casualidad. VerdsEquo es una opción mucho más natural en Elda y en muchos municipios de nuestra provincia. Aquí la gente no se considera nacionalista e incluso hay todavía en ciertas generaciones un rechazo al valenciano y a lo valencianista. Afortunadamente eso ya no pasa entre la gente de mi generación y más jóvenes, que hemos nacido aquí y vemos el valenciano como una riqueza cultural y no como una amenaza, aunque no lo utilicemos en nuestro día a día. Considero que el carácter valencianista de Compromís es muy moderado y así se refleja en sus propuestas. Invito a la gente a informarse sobre el trabajo del grupo parlamentario; yo considero que todas sus propuestas son perfectamente asumibles para cualquier eldense o cualquier valenciano/a incluso si su origen es manchego, latinoamericano o andaluz, como el mio. Aún así me parece natural que en ciudades como la nuestra Compromís sea una cooperativa más ecologista que nacionalista.
Y en tu caso, ¿por qué optaste por el ecologismo político?
Porque creo que en el modelo económico actual no se respetan los límites del planeta, el ciclo natural de los recursos, ni siquiera la naturaleza de las personas, y mucho menos la de otras especies. En mi opinión eso tiene que estar en la primera página de cualquier agenda política y de manera transversal en cualquier cuestión social o política. Una parte importante de la responsabilidad de esta crisis tiene que ver con esto, con estar tan alejadas de la naturaleza, de sus posibilidades y, por supuesto, de sus límites. Si conseguimos cambiar esto podremos ser mucho más conscientes y más igualitarias y, seguramente, más felices.
Lo que comentas poco tiene que ver con la visión “cara” que se suele vender del ecologismo, cuyas soluciones mucha gente parece reservar solo para aplicar en tiempos de bonanza. ¿Es el ecologismo una solución en tiempos de crisis?
Para mí es la única solución realista. Con la crisis muchas familias estamos aprendiendo a vivir con menos cosas materiales pero con más tiempo para disfrutar de nuestros hijos, de nuestra salud, de nuestro clima, etc. Estamos empezando a valorar las cosas maravillosas que hay en la vida que no valen dinero y que antes con el ritmo de trabajo y las costumbres consumistas no apreciábamos. Esto es exactamente lo que plantea la ecología política, vivir con menos para vivir mejor, el problema es que el empleo es fundamental y cada día es más difícil encontrar uno digno que no sea pan para hoy y hambre para mañana. El modelo actual y las propuestas de otros partidos se basan en seguir produciendo y consumiendo sin límite y eso es obviamente insostenible; sólo hace falta aplicar el sentido común para darse cuenta de ello. Frente a este modelo la ecología política nos propone la estimulación de sectores de economía verde, la rehabilitación de viviendas, la agricultura ecológica, las energías renovables, el ocio y el turismo de naturaleza, que creen empleos que no dañen nuestro entorno y que nos permitan cubrir nuestras necesidades pero también disfrutar de la vida. La creación de empleo sostenible y un mejor reparto de la jornada laboral serían sin duda la solución al desempleo y nos aportarían muchos beneficios.
¿Es la política un escenario cómodo? ¿Una dedicación fácil? ¿Y es un espacio igualitario o también es peor para las mujeres?
Personalmente para mí no es un escenario cómodo; creo que en general a las mujeres no nos suelen preparar para decir lo que pensamos y además decirlo en público. Respecto a la dedicación, por lo que veo entre las diputadas y diputados de Compromís el trabajo es muy duro, aunque supongo que en otras formaciones la cosa cambia. Y en cuanto a si es un espacio igualitario, debe haber pocos ambientes más masculinizados que la política. Actualmente creo que la dificultad para nosotras no está en llegar. Presentarse a unas primarias, formar parte de una lista electoral o incluso resultar elegida es relativamente sencillo, porque entre las cuotas legales, el interés de los partidos por contar con nosotras y la escasez de mujeres dispuestas a hacerlo, en algunos casos hace que lo tengamos incluso más fácil que ellos. La dificultad está en llegar en las condiciones en las que llegan nuestros compañeros, generalmente con cargas familiares mucho más flexibles, habiendo sido animados y preparados desde niños para desenvolverse sin problemas en los ambientes públicos y con un montón de modelos masculinos a lo largo de la historia en los que verse reflejados; esto les facilita muchísimo las cosas. Creo que no hay muchas mujeres que estén en esas condiciones, y por eso no hay muchas que estén interesadas en dar ese paso. La solución no es fácil pero habría que buscarla. Para mí el feminismo está íntimamente relacionado con el ecologismo y desgraciadamente considero que todavía hoy ambos son más una postura políticamente correcta que una verdadera preocupación.
Tú, además de mujer, eres madre. ¿Dificulta eso aún más las cosas?
En la política y en nuestra sociedad es difícil ser madre, ¡claro que es difícil! El mundo está diseñado con ojos de hombre, todo va a un ritmo frenético y eso es una dificultad para cualquier mujer que sea madre. A pesar de las dificultades, creo que ser mujer y ser madre son dos condiciones maravillosas para hacer política, la primera porque es necesario aportar a la política nuestra propia visión del mundo. Como dice Amelia Valcárcel el movimiento feminista ha utilizado siempre la paz para lograr sus objetivos y ese liderazgo sería fantástico en una sociedad en la que está tan normalizada la violencia. La segunda condición, la de madre, es también ideal porque considero la empatía fundamental para la política y ser madre o padre generalmente aumenta nuestra capacidad de aceptar y comprender a los demás y le da un sentido mucho más amplio a la vida.
Hasta ahora has centrado tus esfuerzos en Elda. ¿Qué te gustaría conseguir a partir de mayo del 2015, de poder integrarte en el equipo de gobierno de la localidad?
Lo primero que me gustaría conseguir es que todo el mundo pueda tener un empleo. Creo que este es el principal objetivo que debería tener cualquier equipo de gobierno eldense. El sector del calzado en Elda ha sido mucho tiempo hegemónico pero nunca ha sido un sector sólido, en mi opinión porque no se ha invertido en tecnología, en I+D, en fomentar empresas solventes y saneadas; por el contrario, muchas son o más bien han sido pequeñas empresas con el objetivo de ganar mucho dinero rápido, lo que ha condenado a muchos eldenses y a gran parte de la comarca a tener un empleo precario y ahora a no tenerlo. El sector del calzado está muy mermado pero el que existe todavía hay que apoyarlo para que sea sólido; y por otro lado hay que reorientar hacia otros nichos de empleo, diversificar, sobre todo a jóvenes. Por suerte, como dice mi padre, Elda, como otras ciudades con muchos emigrantes, está llena de personas emprendedoras. Por supuesto que me encantaría llevar a cabo otras ideas, como habilitar espacios verdes por los que poder pasear, reactivar el comercio local, impulsar una movilidad sostenible, una oferta cultural rica, etcétera, pero nada de eso es tan urgente como el empleo.
No obstante, eso no es todo; también has dado un paso al frente para dar voz al ecologismo político dentro de Compromís a nivel provincial. ¿Cuál crees que sería tu aportación a la mezcla de Compromís, si la ciudadanía participa en las primarias y opta por situarte en los puestos destacados por la provincia de Alicante?
Bueno, este paso al frente no creas que no me ha costado darlo (risas), porque considero que en nuestra provincia hay un nivel muy alto en estas primarias; hay personas con muchísima experiencia como Mireia Mollá o Rafael Climent, dos personas que admiro mucho por su trabajo, y al lado de las que a veces cuesta empoderarse. Pero me ha animado el sentirme respaldada por mis compañeros de VerdsEquo y también por mi entorno personal, qie me han hecho ver que mi inexperiencia en esta labor, que en principio puede parecer una debilidad, podría convertirse en una fortaleza. También al igual que pasa en Elda, gran parte de la provincia de Alicante no se identifica con el carácter valencianista de nuestros socios en Compromís y quizá les sea más fácil verse representados por una diputada verde de Elda (ríe).
¿Qué le dirías a la gente para que se animara a participar en las primarias de Compromís?
Les diría que es necesario que participen, que es un ejercicio de salud política el hacer el pequeño esfuerzo de informarse y conocer a las personas que están dispuestas a gobernar, o como en este caso, a encabezar una lista de gobierno. Sea quien sea quien gobierne, la ciudadanía debe exigir que lo haga con honestidad y transparencia y para eso tenemos que estar informadas y aprovechar este tipo de herramientas de participación.